viernes, agosto 17, 2007

 

La vida al revés

Estando unos días de vacaciones por España me he dado cuenta de que la vida es reversible como una chaqueta.

Igual que estando en Alemania las cosas me parecen curiosas, un alemán en España se sentirá un poco raro muchas veces.

Por una vez me he disfrazado de alemán y he tratado de adivinar sus pensamientos cuando están en España rodeados de españoles (eso descarta Baleares y Canarias).

La gente no para de comer. En general no desayunan mucho (normal, si se acuestan con el estómago lleno todavía tienen reservas), pero a eso de las 11 se van al bar a comer algo.
Café con leche y tortilla. Lo juro, lo he visto. No es que me escandalice por mezclar dulce con salado, pero es que esto me parece hasta obsceno.
Claro que en el mismo bar donde comen eso tienen colgadas patas de cerdo. Vale que están curadas y que el jamón serrano es típico, pero es que se distingue hasta la pezuña, que si los cerdos se pintaran las uñas ahí estaría el esmalte todavía.
En esos mismos bares, en los auténticos, se pueden tirar las cosas al suelo: las cáscaras, las servilletas, la colilla del cigarrillo... Me pregunto si, según abren por la mañana, ya esparcen un poco de eso para darle su encanto. No es tan asqueroso como pudiera parecer, de vez en cuando van barriendo para no inundarse.

Alrededor de las 2 la gente come, ni siquiera entraré a valorar lo tarde que me parece.

Y a las 7 de la tarde ya están de nuevo tragando. Y ahí sí que es un no parar hasta la noche.
No sé si es la merienda, las tapas, los pintxos, la merienda-cena, la cena temprana o simplemente gula. El caso es que entre unas cosas y otras hasta las 11 de la noche se puede ver gente en una terraza comiendo.

Otra cosa que no entiendo cómo soportan es el calor.
Por supuesto que depende de la zona. Aunque en verano en general hace calor en todas partes, en el centro y sur es insoportable.
Llegan a los 40º y la gente ni se asusta. No salen de casa, se van a centros comerciales con aire acondicionado, lo que sea, pero ¡es que no se puede pisar la calle!
¿Y por la noche? Insufrible, que son las 6 de la mañana, hace más de 8 horas que se puso el sol y aún hace calor. Incluso los autóctonos, que yo pensaba que estarían acostumbrados a eso por aquello de llevar desde niños viviéndolo, lo pasan fatal.
Claro, la gente no duerme bien por la noche y luego parece que todos están mal de la cabeza. Ahora empiezan a explicarse muchas cosas.

Y así podría seguir y seguir y seguir, hasta no saber dónde son más raros, si allí o aquí (que esto parece el Barrio Sésamo y ya no sé qué es aquí y qué es allí).


Comments:
Creo que ya va llegando el momento de que te vuelvas "pacá" porque te vas a volver de la cabeza.
 
Pues unos huevos fritos con bacon, y después taza de café como el petroleo sientan que te cagas. Que no me falten ningún Viernes.
 
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