viernes, agosto 24, 2007

 

La salud es lo que importa

Que recuerde el programa del doctor Sánchez Ocaña y el de la doctora Ochoa.
Y que apenas tenga recuerdos del que lanzó a la fama a Penélope Cruz.
Los caminos de la mente son inexcrutables.

Con el tema de la salud los alemanes son muy cuidadosos, o no. Me tienen hecho un lío.
La comida tradicional alemana no es especialmente sana. Se basa en patatas y cerdo, acompañados siempre de salsas, a veces también col podrida.
Apenas conocen el pescado. Y parece que no tienen curiosidad por conocer sus ventajas.
En la sección de precocinados he visto guarrerías bastante curiosas (unas con buena pinta, otras no tanto). Y a precios bastante sospechosos.
En general, que haya comida tan barata en algunos supermercados me hace pensar mal. Que haya sitios donde venden medio pollo asado por euro y medio no es la mejor publicidad para un barrio.
La sección repostería es bastante variada, pero siempre muy muy dulce. Demasiado empalagosa, tanto azucar, crema, mermelada.
No son muy ordenados con las comidas, les gusta comer de pie, o andando, sin disfrutar, mientras hacen otras cosas. Cenan demasiado pronto y el resto de la tarde se la pasan picoteando hasta la hora de acostarse.
Lo más típico en Berlín son las salchichas con ketchup, además del codillo (mitad carne magra, el resto piel y hueso). Y, por supuesto, el kebab, que seguro que en los orígenes era hasta bueno, pero por lo que cobran aún sigo preguntándome qué carne meten ahí.
La fruta no es lo que mejor se cultiva por aquí. Todo tiene que ser importado y por eso mismo nunca ha tenido tanta tradición.

Sin embargo están muy preocupados por comer sano.
Nunca he visto tantos productos Bio (en España los llamámos ecológicos, aún no sé qué definición es más cursi), cualquier cosa puede tener el sello Bio. Lo entiendo en la fruta, pero un yogur Bio se me hace más difícil. Estos productos están hasta en el Lidl, nunca habría dicho que aquí se esfuerzan por ofrecer calidad. Y no les importa que sean más caros.
Todos los vegetarianos que he conocido eran alemanes o tenían alguna relación con el país. Y en general no lo hacen por convicciones morales, sino porque piensan que así tienen una vida más sana (discutible este punto, pero el caso es que se esfuerzan por estar mejor).
Me cuentan que en muchas casas tienen varios tipos de harinas (de hecho, tienen botes con los cereales, para poder moler su propia harina y hacer el pan y bizcochos). Conocen variantes del trigo con menos hidratos de carbono y más fáciles de digerir.
Consumen productos rarísimos que en España nos venden en herbolarios porque son lo mejor que existe pero que no nos acabamos de creer: soja, mijo, cebada, tés y arroz de 4 clases...
Las gominolas las hacen con menos azucar y más zumo que en España (al menos así lo dicen en los paquetes).
Los bocadillos, fríos, siempre están llenos de lechuga, tomate y pepino. Luego además llevan queso o jamón, pero la verdura parece que es imprescindible.

Los españoles, que parece que tenemos todo a favor, nos emperramos en decir que somos mejores y comportarnos peor.
Dieta mediterranea, no hace más que llenarse la boca.
Pero nos empeñamos en echar salsas para disimular el sabor de las cosas. Si no te gusta la comida, escoge otro plato, pero no lo llenes de ketchup y salsa barbacoa.
La bollería industrial hace estragos. El chocolate de un cuerno de chocolate tiene toda la pinta de ser radiactivo.
El pescado y la fruta lo teníamos de toda la vida casi como castigo. Hay gente que insiste en que el pescado no es fácil de comer porque tiene espinas y la fruta hay que pelarla. La solución para esa gente se llama batidora, todas las comidas en puré y así el esfuerzo es mínimo.
Será pescado, pero un bocadillo grasiento de calamares no creo que entre dentro de la cocina mediterránea, por muy tradicional que sea en algunos bares.

Las niñas en España van con camisetas ombligueras enseñando los michelines. Y al que no le guste que no mire, que para eso además son más chulas que nadie y con chándal todavía parecen más kinkis.
Y no, si por genética tienes el culo gordo, el resto del mundo no tiene porque considerarte una top-model teniendo eso en cuenta; simplemente tendrás que esforzarte un poco más. El que no tiene una memoria prodigiosa se esfuerza más para sacar una oposición, pero no pide que se le respete por ser más torpe que los demás.
En Alemania también tienen problemas de obesidad, pero llevan más tiempo preocupados por el tema.

Y yo no hago más que mirar por la calle, intentando comparar si hay más gordos en España o Alemania.

Comments:
la verdad que se echa de menos la comida de España, el jamoncito, chorizo, morzillas, pescaito frito... ummm, en Londres también se sufre la falta de buenos alimentos, vease a lo que aquí llaman ternera (beef), la cual no llega al supermercado hasta casi la jubilación del animal, y claro pues así nos comemos unas suelas de zapato que da gusto (digo susto).
 
El problema es, sobre todo, el dinero.
Teniendo dinero creo que se puede comprar lo que sea. Directamente desde España.
Pero es que así no tiene mérito
 
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