viernes, mayo 11, 2007

 

El patio de mi casa es particular

Cuando llueve, se moja, como los demás.
Y tanto que se moja, al principio parece que el castaño proteje un poco, pero es una ilusión sólo válida para una lluvia suave.
Está bien eso, a ver si con suerte se limpia la bici, que tiene algunos rincones que ya necesitan ser limpiados. Me di cuenta hace una semana y no tardé nada en decidir que antes le ato una cuerda y la tiro al río que pasarle una esponja. Ojalá siempre fuera tan fácil decidir.

La primera vez que entré en mi casa y vi ese patio tan pequeño, con las ventanas de enfrente tan cerca, tan grandes, tan vacías de cortinas... me vino a la mente la idea de partirme una pierna y curiosear por la ventana en plan "La ventana indiscreta" (la original, emular la versión de Christopher Reeve me parece truculento).
Hubo mala suerte, no tuve ningún mal tropezón y la idea se evaporó.

Durante el invierno todas las mañanas veía el nido vacío en el castaño (por lo que parece los pájaros alemanes hacen al revés que los humanos: tienen la casa de verano en el norte de Europa) y deseaba que llegara el calor para ver cómo es la vida de estos bichos.
Tenía que haberlo supuesto, los pájaros llegan depués de las hojas y las flores. No se ve nido, ni ventanas de enfrente ni nada. No me he deprimido porque el cambio ha sido progresivo, pero me ha quitado bastante la ilusión.
Por cierto, que espero que no todas las flores que hay en el árbol se conviertan en castañas, o tendrán que meter un quitanieves para pasar por el patio.

El otro día, de casualidad, me acerqué a la ventana para abrirla y me encontré enfrente a una vecina en la ventana con un libro.
Qué mona, mirando llover. Seguro que oyó ruido, se asomó y vio que del cielo caía algo; luego descubriría que ese líquido incoloro y de bajo contenido en alcohol era agua ¡que caía del cielo! La pobre, es normal, tanto tiempo sin llover que a todos se nos había olvidado cómo se rellenaban los ríos por el método tradicional (aparte de los trasvases). Porque del cielo no sólo cae maná, aunque lo diga la biblia.
Era eso o que no le apetecía encender la luz para leer y tenía que acercarse a la ventana que es donde llegaba lo poquito que dejaban pasar las nubes.

La cosa es que la chica leyendo no daba más juego y me puse a ver la tele. Lo que es el cerebro humano, que sin pensar ni nada acabé con Gran Hermano.
Básicamente es lo mismo que la versión española, sólo pequeñas diferencias culturales y que aquí no les echan en la comida ese aditivo que hace que las rubias muten y en unas semanas se conviertan en morenas, sobre todo por la parte de la raíz.
Tampoco aguanté mucho. Aquí les entiendo menos que en España y para inventarme los diálogos de desconocidos me monto en el metro, que además de ver y oir también se puede oler.

No sé si ahora estamos en un paréntesis del buen tiempo, o lo de antes era un paréntisis del mal tiempo.
Sea como sea, el otro día me reconocí en una frase de Elvira Lindo: "[...] la gente estaba loquita por este buen tiempo que está destrozando el planeta y que nosotros adoramos porque no pensamos en las generaciones venideras"

Comments:
Que me vas a contar... ayer vi neviscar en León en pleno mayo y luciendo un sol explendido.

En breves solo habrá vida en Islandia.

Besin

V
 
Ánimo que pronto vendrá el calorcito, el sol y el buen tiempo. Ya verás, Berlin es una pasada en verano (y mas cuando hay Loveparade). Un abrazo desde las frias tierras Teheranís.
 
Loveparade no toca este año.
Pero por fiestas no será.
 
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