miércoles, abril 11, 2007

 

Llueve (oración impersonal)

Sorpresón que me he llevado al descubrir que esta canción es de Siniestro Total.
No me gusta especialmente, hace años que no la escucho y, sin embargo, ahí aparece de vez en cuando dando vueltas por mi cabeza.

El clima, eso que últimamente tanto preocupa a los políticos (vaya uno a saber por qué, será que está de moda) o, mejor dicho, los fenómenos meteorológicos. Éso es lo que ahora mismo me tiene en una permanente lucha entre el bien y el mal.

A mí me parece normal que cuando uno se marcha de vacaciones y tiene buen tiempo se alegre de su buena suerta y lo disfrute al máximo.
Incluso acepto que uno se alegre cuando en las vacaciones el tiempo fue increíble mientras en el país de origen nadie pudo salir de casa por el frío y la lluvia. Uno se alegra de haber huido de lo malo y refugiarse en lo bueno. Más aún cuando esto se sale de todo pronóstico (pasar calor yendo a Acapulco no tiene mérito).

Yendo un poco más lejos, es bonito que uno se sienta agradecido por el suave invierno aquí. La nieve nunca ha ido más arriba de los tobillos y las temperaturas no hacían que las lágrimas se solidificaran antes de llegar al suelo.

Lo que no me parece aceptable es que la alegría es muchísimo mayor si en España hace frío y lluvia y nieve y temporales.
Es agradable estar aquí, ver un poquito la nieve pero sin exceso, que los domingos por la mañana el sol invite a pasear (el domingo es el día del señor en España -por etimología de la palabra-; aquí es el día del sol). Pero es que no tiene punto de comparación cuando en España hace mal tiempo, con frío, lluvia. En esos momentos es cuando uno de verdad lo goza.
Lo considero hasta inmoral, ¿qué necesidad tengo de que en España se sufra para estar yo bien aquí? Si aquí se disfruta del tiempo, perfecto, no debería importar lo de España.
Hasta por el previsible calor axfisiante del verano que aquí espero no sufrir (aunque como este bendito país no está preparado para eso aquí no hay tregua: ni en los centros comerciales tienen aire acondicionado) a la vez que en España la gente se derrite por las calles podría sentirme bien.
Al fin y al cabo es lo normal y alguna ventaja debía tener venir al norte.

Pero ya he comprobado que cuando disfruto de verdad es cuando todo sale al revés de lo previsto, me acuerdo de todos los que me asustaban con el frío que iba a pasar viviendo un año aquí, sin ver el sol... Supongo que es la alegría típica de comprobar que todos se equivocaban y que eso de que las cosas salgan al revés de lo previsto a veces es bueno.

Y no sé si fustigarme por esa alegría frente al sufrimiento de los demás o asumir que la maldad es inherente al ser humano y disfrutar de ella.
Tan malo no será cuando hay tanta gente que la practica.

Comments:
'Grande', eres grande, haces muy bien en no alegrarte del mal tiempo en España, en la vida todo es un proceso retroalimentado que se inicia de forma aleatoria, fortuita o si quieres caótica... por eso no reenvias cadenas estúpidas de mails.
Aqui nos alegramos por tí del buen tiempo en la Teutonia
 
El problema es, precisamente, que sí me alegro del mal tiempo en Hispania.
 
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