viernes, marzo 30, 2007

 

Camarero, una de mero

El sector servicios es el que más dinero mueve en esta bendita ciudad.

Puede que sea cierto, o puede que sólo sea una impresión generalizada, que tiene todo el mundo en todo el país. Aquí no hay industria, sólo funcionarios, turistas y los que prestan servicios a todos ellos.

No es todo tan malo como había oido (y a menudo sigo oyendo) sobre esta gente.
Dejando de lado un poco de prepotencia a veces y la lentitud de los camareros, que además paladean esa lentitud: Se pasean de un lado para otro, tranquilamente, con su bandejita, su libretilla donde han apuntado la orden, pero con calma, que las cosas que se consiguen demasiado fácil luego no se valoran.

Esa tranquilidad tiene sus ventajas (una, concretamente, sigo buscando las demás) cuando sirven la cerveza. Abren la botella, echan un poco en el vaso, dejan reposar la botella, tumbada, la giran un poquito, echan otro poco, la cerveza que es espesa también se resiste a salir, en fin, una conspiración contra el estrés.

Pasando ahora a las cosas positivas, me encanta cuando, al ir a recoger los platos, preguntan si a uno le ha gustado.
Es una chorrada, sé que en el fondo les importa bastante poco la respuesta y ni siquiera escuchan cuando la gente contesta que estaba todo estupendo, que de hecho es un formulismo, no creo que nadie se queje.
En cuanto a la respuesta, está la básica de que todo bien, o la bonita y más típica, que sería algo así como "de rechupete" (el origen de la palabreja en alemán viene también de chupar, siempre he imaginado que los dedos, ¿o el plato?).
Me encantan estas traducciones literales que tan bien se entienden, a pesar de ser metafóricas (o quizá no tan metafóricas, puede que tengan un origen semejante aún en culturas diferentes).

Otra cosa que me sorprende muchísimo y que en realidad no es nada del otro mundo (que no es exclusivo de los camareros, también vale para tiendas y semejantes) es cuando preguntan "¿Algún otro deseo?".
Es una tontería, porque en España no me suena raro "¿Desea algo más?".
El caso es que mi mente está más limpia con el alemán y va más al sentido literal de las expresiones.
La primera vez me costó entenderlo (tuve que preguntar para asegurarme de que las palabras que había escuchado eran las que habían dicho), ahora creo que lo identifico más por la longitud de la frase.
Cuando me lo dicen empiezo a ver cómo las piernas del camarero se convierten en un humo blanco saliendo de una lámpara maravillosa, se rodean de una aureola de luz y ofrecen 2 deseos más por haberlo liberado.

Todo esto antes de beber la cerveza (o Afri-Cola, que a pesar del nombre es un invento alemán que aún tengo pendiente de probar).

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?