jueves, noviembre 09, 2006

 

Con dinero y sin dinero

Esta bendita ciudad está llena de punkis (o punkies, no sabría bien cómo escribirlo, por economía del lenguaje usaré la primera opción).

No es que todo el mundo vaya por la calle con el pelo de cresta, en eso son algo más discretos. Simplemente se les ve la pinta, van casi iguales que los revisores del metro, pero suelen ir con perro.
A veces uno se pregunta quién va más limpio, si el punki o el perro.

No molestan, forman parte del encanto de la ciudad; sobre todo del encanto del este, diría yo.
En mi barrio hay bastantes. Cada vez que llego en tren a casa hay algunos a la salida de la estación, descansando, pidiendo, filosofando en general.

Por lo que entiendo cuando me hablan, piden el billete de tren que sobra (esto exige explicación: aquí el billete de transporte te da la posibilidad de usar todos los transportes públicos durante 2 horas. Imagino que si el viaje te duró una hora, ellos quieren el billete con una hora aún disponible).
No tengo claro para qué lo usan, está claro que para entrar al tren no es, porque seguramente ellos quieren seguir en la estación y porque no creo que les importe colarse.
Supongo que lo que hacen es revenderlo a alguien que quiera hacer un viaje corto y aún pueda usarlo.
El caso es que nunca me han ofrecido billetes, imagino que se pondrán al lado de la taquilla y cada uno decide a quién le quiere comprar el billete: al taquillero o al punki.
También se dedican a vender periódicos.
No me he parado tanto como para saber si es la versión alemana de "La Farola", si es el periódico del día anterior o si tienen algún acuerdo con un kioskero (y si le pagan al kioskero).
La otra opción es pedir directamente el dinero.
El otro día en la calle creo que me vino uno, me soltó un rollo y al final me preguntó si podía ayudarle con 90cent.
Le dije que no, porque no sabía para qué era; a ver si lo quería para vino, que yo estaba mirando por la salud de él.
Claro que también puede ser que lo quisiera para llamar por última vez a su abuelita, que está gravemente enferma y quería hablar con ella por última vez, ya que no podía ir a verla y se sentía muy apenado.
En ese caso no tengo corazón. Aunque más bien lo que no tengo es oído para el alemán.

Otro día me fui un poco más al centro y vi trileros.
No me voy a escandalizar ahora por ver eso en una capital (menos aún aquí, donde mi capacidad de sorpresa se ve sometida a prueba continuamente).
Lo que más me sorprende es que esa gente aún puede ganarse la vida así; es decir, existe gente que todavía pica en eso.
Y es que además son muy malos, pone el tío el trapo en el suelo y las 3 cajitas con una bolita. Alrededor hay 4 amigos, descaradamente amigos, que abren la cartera, sacan un billete de 50 (es lo único que tienen en la cartera), eligen una caja, aciertan y el otro les da un billete de 50 del fajo que tiene en la mano.
Tarifa plana: 50€ la apuesta.
Mueve las cajitas y otro amigo hace lo mismo. A veces incluso hacen gesto de alegría por ganar.

Pero vi varios grupos solos el trilero y los 4 amigos alrededor, haciendo el paripé o ni eso, simplemente hablando como amigos.
Otros grupos tenían algún pardillo (más el amigo del pardillo tirando de él para sacarlo de ahí).
El truco debe de ser hacerlo todo muy deprisa para que no dé tiempo a pensar, pero se les ve a la legua.
A todo esto, el trilero y los ganchos mirando continuamente alrededor por si acaso.
Vi a un turista intentando hacer fotos y los ganchos tapándolo, hasta que lo debieron amenazar y dejó de intentarlo.

Recorrerme más de 2000km para ver algo que tengo tan cerca de casa...

Comments:
Recuerdo que en Roma también utilizaban los billetes esos con una duración determinada a partir de haberlo picado.
No me gustó la idea en su día. Si uno ya de por sí, tiene prisa en llegar a un sitio para, encima, meterle más presión con el billetito de marras!!
Iker, eso que los punkies van iguales que los revisores de metro... A ver si te la han intentado colar haciéndose pasar por uno de ellos para que les pagases una sanción por haberte colado en el metro!! jejeje... Aunque verte a tí colarte en el metro es poco probable... :-)
 
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